DIRECTOR GENERAL LA SALLE TARIJA
Familia Lasallista: ¡Viva Jesús en nuestros corazones! Por siempre. A inicio de un Año Académico, deseo hacerme presente a través de este medio, para darles la más calurosa y sentida bienvenida a nuestros Estudiantes, Maestros, Administrativos y Padres de Familia, al tiempo que comparto mis parabienes porque la serenidad y la mirada de largo alcance sean las actitudes predominantes en casa, que prevalezcan por encima de cualquier otra dinámica, por muy justificada que ésta última pudiera estar. Estoy seguro que todos aspiramos superar lo antes posible el estado de zozobra en que nos hallamos sumidos, a causa de la pandemia. Es una aspiración de la Humanidad entera, y no solo nuestra. Queremos volver a la “normalidad”. Por lo que a nosotros respecta, queremos a todos nuestros hijos en las instalaciones del Colegio, cual protagonistas de su proceso educativo en todos los ámbitos, aprendiendo de sus maestros y enseñándonos, porque estoy convencido de que todos aprendemos de todos. Sin embargo, no nos eludamos. Habrán notado que no dejo de entrecomillar la palabra “normalidad”, por la sencilla razón de que nada volverá a ser “normal” después del COVID-19: aun suponiendo que podamos regresar mañana a clases, nada seguirá el mismo curso que tenía antes del 13 de marzo de 2020. El coronavirus nos ha empujado a lo que alguno ha denominado la “educación multimodal”. Con otras palabras: a la modalidad educativa presencial habrá que sumarle lo mejor de la modalidad educativa semipresencial y o virtual, de manera que nuestros hijos reciban una educación más totalizadora. En su momento, volveremos a las aulas, pero con las manos llenas de todas las experiencias enriquecedoras cosechadas del mundo digital. En todo este tiempo de pandemia, el Colegio ha dado algunos pasos con la esperanza de ofrecer un mejor servicio. Todos los maestros y administrativos hemos recibidos cursos de capacitación y mejoramiento en el uso de las herramientas digitales a disposición Goole Workspace, de modo que puedan ofrecer un abordaje virtual de las clases acondicionado con los estándares del classroom digital. Haciendo un balance de estos tres últimos años como Director del Colegio, me doy cuenta que el recorrido no ha sido sencillo. Les confieso que echo en falta periodos de tranquilidad y sosiego. Inclusive la pandemia me ha descolocado física y espiritualmente. Buscando luces para entender cuánto ha sucedido, me volví a topar con el texto emblemático del Eclesiastés capítulo 3, versículos 1 al 8: “¡Todo tiene su tiempo!”.
Lo más probable es que nos hallemos en el tiempo de la siembra. Es el momento de la semilla sepultada bajo tierra, germinando. El calor del sol la invita al desarrollo, pero el proceso es más bien lento y pasa inadvertido. A este punto, mi paso por el Colegio es para la siembra, no para la cosecha. A este punto, el paso de la Humanidad ante las eventualidades presentes, es también de siembra y no de cosecha. Hay un tiempo para todo. Que este tiempo nos sea propicio, Familia Lasallista para cultivar la paciencia activa, hasta que llegue el tiempo de cosechar lo sembrado. El lema de la gestión 2022 es: La Utopía: “Un sueño posible”. “La utopía está en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se desplaza diez pasos más allá. Por mucho que camine, nunca la alcanzaré. Entonces, ¿para qué sirve la utopía? Para eso: sirve para caminar” Eduardo Galeano. Esta utopía no significa una simple suposición de que todo es o será maravilloso; representa más bien nuestra convicción de que siempre habrá alternativas. Juan Bautista de La Salle nos recuerda que “no se gana nada con dejarse llevar por el desaliento”. Como nuestro fundador, que tenía los pies bien firmes en la tierra, tenemos la certeza de que el mundo es algo más grande que nuestro corto pasaje por él. Gracias a nuestra experiencia tricentenaria sabemos que los dos pasos que caminamos hacia el horizonte significan pequeños progresos que mantienen viva la esperanza en el futuro. El último Capítulo General nos señaló el horizonte hacia donde deberíamos caminar, haciéndonos conscientes de que esa utopía – esa obra de Dios que es también nuestra – requería pasos concretos para realizarla. Invitamos a toda la Familia Lasallista de Tarija a caminar juntos como comunidad que irradia fe, esperanza, solidaridad, respeto y empatía por cada uno de sus miembros. Que el Dios que conquistó a San Juan Bautista de La Salle, los bendiga a todos ustedes, ilumine sus rostros y les dé la paz.